
Culpar a los extranjeros, a los recién llegados, del malestar social en todos sus aspectos, sobre y ante todo de la inseguridad ciudadana; se ha convertido poco a poco en un hábito global.
Quién saca provecho de ésta extendida política? el ciudadano de a pié que recrea colectivamente lo que personal, moralmente hemos heredado de nuestra cultura judeo-cristiana?
La culpa, amigos mios, la búsqueda desesperada de culpables en quién descargar nuestras tribulaciones, frustraciones y miedos varios.Y por desgracia el poder imperante, las fuerzas de la ley y el órden que tan diligentemente manipulan todo ello para su propio beneficio.
No les parece que toda ésta insegurida, toda ésta búsqueda de culpables, no está siendo más que una trampa consistente en desviar la angustia de sus verdaderas raices?
La inseguridad existencial se retroalimenta dia a dia, por la fluidez del mercado laboral, el escaso valor que se otorga a competencias y habilidades antiguamente adquiridas, la crisis de valores imperantes, el desconcierto personal ante los vertiginosos cambios familiares, sociales,personales...parece pues que solo nos queda la comunicación, el pacto el diálogo, la fusión de horizontes, culturas, individuos; para empezar a zanjar las diferencias sin alimentar la hostilidad, la culpa y los culpables que de seguro nos llevan a la tan temida "inseguridad".
Quién saca provecho de ésta extendida política? el ciudadano de a pié que recrea colectivamente lo que personal, moralmente hemos heredado de nuestra cultura judeo-cristiana?
La culpa, amigos mios, la búsqueda desesperada de culpables en quién descargar nuestras tribulaciones, frustraciones y miedos varios.Y por desgracia el poder imperante, las fuerzas de la ley y el órden que tan diligentemente manipulan todo ello para su propio beneficio.
No les parece que toda ésta insegurida, toda ésta búsqueda de culpables, no está siendo más que una trampa consistente en desviar la angustia de sus verdaderas raices?
La inseguridad existencial se retroalimenta dia a dia, por la fluidez del mercado laboral, el escaso valor que se otorga a competencias y habilidades antiguamente adquiridas, la crisis de valores imperantes, el desconcierto personal ante los vertiginosos cambios familiares, sociales,personales...parece pues que solo nos queda la comunicación, el pacto el diálogo, la fusión de horizontes, culturas, individuos; para empezar a zanjar las diferencias sin alimentar la hostilidad, la culpa y los culpables que de seguro nos llevan a la tan temida "inseguridad".
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