La confianza es una forma de estar en el mundo, es ante todo una posición, una toma de postura, la resolución de concebir el mundo, o cierta parte de él, como digno de confianza.
Si nuestra confianza en el mundo se basa en la creencia de que tenemos derecho a algo, ésto es lo opuesto a la confianza. Es tan fácil creer que el mundo nos debe algo, que debemos recibir un trato especial, por mil y un motivos; es tan fácil que nos sintamos traicionados por el mundo... basta con caer en nuestras innumerables y cotidianas dependencias, en nuestras frecuentes negaciones, en nuestras incansables justificaciones. Se diría que trabajamos con ahínco, duramente, en no aceptar nuestras realidades, en no posicionarnos con nosotros mismos y por tanto con el mundo en el que vivimos.
La confianza no es un don. Debe y puede ser cultivada, trabajada.En ella está contenida nuestra aceptación...aceptar que no podemos controlar el mundo, aceptar que somos vulnerables.
Digamos pues, que la esencia de la confianza es "confiar" no es el conocimiento, el control, la certidumbre. Es una toma de postura activa en relación con el universo en la que nos hacemos responsables, reconociendo los peligros y desengaños y, sin embargo, afirmando la responsabilidad del individuo consigo mismo y con su entorno.
Afirmemos pues, conscientemente el mundo y lo que podemos hacer nosotros, sea lo que sea lo que la vida nos depare.
Si nuestra confianza en el mundo se basa en la creencia de que tenemos derecho a algo, ésto es lo opuesto a la confianza. Es tan fácil creer que el mundo nos debe algo, que debemos recibir un trato especial, por mil y un motivos; es tan fácil que nos sintamos traicionados por el mundo... basta con caer en nuestras innumerables y cotidianas dependencias, en nuestras frecuentes negaciones, en nuestras incansables justificaciones. Se diría que trabajamos con ahínco, duramente, en no aceptar nuestras realidades, en no posicionarnos con nosotros mismos y por tanto con el mundo en el que vivimos.
La confianza no es un don. Debe y puede ser cultivada, trabajada.En ella está contenida nuestra aceptación...aceptar que no podemos controlar el mundo, aceptar que somos vulnerables.
Digamos pues, que la esencia de la confianza es "confiar" no es el conocimiento, el control, la certidumbre. Es una toma de postura activa en relación con el universo en la que nos hacemos responsables, reconociendo los peligros y desengaños y, sin embargo, afirmando la responsabilidad del individuo consigo mismo y con su entorno.
Afirmemos pues, conscientemente el mundo y lo que podemos hacer nosotros, sea lo que sea lo que la vida nos depare.
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