
Ciertamente afrontar como método de conocimiento y aún más allá, de vida misma, constituye todo un arte. Si pensamos en las multiples situaciones, ideas, personas, que cotidianamente "evitamos" en nuestro interior y hablo de sentimientos. Lo que nos provoca tal o cual persona, tal o cual situación o pensamiento; nos empezaremos a dar cuenta de la magnitud de la evitación.
Afrontar es su reverso.Darnos cuenta, estar atentos a nuestros movimientos emocionales, nos producirá, con la experiencia, el gran beneficio de afrontar. Situar en su justa medida el sentimiento, sin rechazarlo sin aceptarlo...he ahí el equilibrio, el arte de afrontar.
Estamos acostumbrados al blanco o negro al si o al no, de ahí que los matices y tonos intermedios nos resulten odiosos, poco claros e inquietantes.
Y la tarea parece comenzar por nosotros, por nuestro propio mundo interior: lo que me provoca, la pena, la alegría, el dolor, la rabia...y un largo etc. son los bailarines en el gran baile de aprender a afrontarnos.Primero a nosotros mismos con todas nuestras dudas y contradicciones, sin aceptar, sin rechazar del todo; con la infinita paciencia del sabio que ayuda a crecer al niño, que le enseña que lo importante está más allá de lo que sus ojos ven.Posteriormente podemos aceptar la aventura del "nosotros", habiéndo aprendido a afrontar y aceptar nuestras dualidades, nuestros lados brillantes y sombríos, se inicia la comprensión y aceptación del "otro". Nuevamente el equilibrio se hace difícil: entre la independencia y la dependencia, entre el tu y el yo, entre la libertad y la renuncia; aparece el equilibrio. El difícil arte de amar.
Afrontar, darnos cuenta, ser conscientes, ingredientes indispensables en nuestro crecimiento.
!Vale la pena el esfuerzo!
Afrontar es su reverso.Darnos cuenta, estar atentos a nuestros movimientos emocionales, nos producirá, con la experiencia, el gran beneficio de afrontar. Situar en su justa medida el sentimiento, sin rechazarlo sin aceptarlo...he ahí el equilibrio, el arte de afrontar.
Estamos acostumbrados al blanco o negro al si o al no, de ahí que los matices y tonos intermedios nos resulten odiosos, poco claros e inquietantes.
Y la tarea parece comenzar por nosotros, por nuestro propio mundo interior: lo que me provoca, la pena, la alegría, el dolor, la rabia...y un largo etc. son los bailarines en el gran baile de aprender a afrontarnos.Primero a nosotros mismos con todas nuestras dudas y contradicciones, sin aceptar, sin rechazar del todo; con la infinita paciencia del sabio que ayuda a crecer al niño, que le enseña que lo importante está más allá de lo que sus ojos ven.Posteriormente podemos aceptar la aventura del "nosotros", habiéndo aprendido a afrontar y aceptar nuestras dualidades, nuestros lados brillantes y sombríos, se inicia la comprensión y aceptación del "otro". Nuevamente el equilibrio se hace difícil: entre la independencia y la dependencia, entre el tu y el yo, entre la libertad y la renuncia; aparece el equilibrio. El difícil arte de amar.
Afrontar, darnos cuenta, ser conscientes, ingredientes indispensables en nuestro crecimiento.
!Vale la pena el esfuerzo!
2 comentarios:
Hasta ahora se creía que la modernidad iba a ser aquel período de la historia humana en el que, por fin, quedarían atrás los temores que atenazaban la vida social del pasado y los seres humanos podríamos controlar nuestras vidas y dominar las imprevisibles fuerzas de los mundos social y natural. Y, en cambio, en los albores del siglo XXI volvemos a vivir una época de miedo. Tanto si nos referimos al miedo a las catástrofes naturales y medioambientales, o al miedo a los atentados terroristas indiscriminados, al miedo hacia nuestro vecino, en la actualidad experimentamos una ansiedad constante por los peligros que pueden azotarnos sin previo aviso y en cualquier momento. «Miedo» es el término que empleamos para describir la incertidumbre que caracteriza nuestra era moderna líquida, nuestra ignorancia sobre la amenaza concreta que se cierne sobre nosotros y nuestra incapacidad para determinar qué podemos hacer (y qué no) para contrarrestarla.
Y ese mismo miedo nos impide de afrontar nuestra vida cotidiana...porque es ahì donde toma forma y fisicidad ese miedo...Mi impotencia en evitar catastrofes me para tambien en el cotidiano...como si con mis esfuerzos nada va a cambiar...y entonces por que esforzarme?
Egual porque tengo miedo....pero no es conveniente decirlo...en la epoca de los super hombres y super mujeres....
Hugo Quiusa
Yo vivía con un soñador que me despertaba todos los días con un beso fuerte en mis mejillas responsable de que mi día empezara como debía ser, con esas ganas de vivir que suscita el amor. Despertaba siempre con ganas de que lo escuchara, las noches para el eran tal vez mas movidas y hasta mas reales cuando cerraba sus pequeños ojos de esos que tu crees que no te están mirando pero que sin duda ven mas y se volvía a su mundo onírico de camellos, moluscos hombres azules y mujeres extrañas en donde se le revelaban mándalas y mensajes divinos…
Alguien a quien uno no puede entender tan fácil, sobre todo si se trata de que eres alguien tan cercano como que vienes de el…su hija, es paradójico que mi tan cercano soñador viviera como en el pasado cuando lideres y pueblos enteros se guiaban por los mensajes de los sueños, cuando estos eran el canal de comunicación con lo divino y así con esa capacidad de contextualizar de mezclar de usar de inferir tan propia de antes alguien en este momento del mundo donde casi somos de plástico sea capaz de conectar toda su existencia con ese estado de relajación en el que la memoria nos devuelve hasta nuestro inconsciente y desde donde nos abrimos a la solución de problemas ,es como si allí hubiera códigos mágicos de vida…
de claritza para jairo
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